Los Soprano (T1) Review
Los Soprano es una serie de televisión creada por David Chase
y producida por HBO. Fue estrenado el 10 de enero de 1999 y su desenlace fue
emitido el 10 de junio de 2007.
La serie consta de seis temporadas, cada una de 13
episodios, a excepción de la ultima entrega, que consta de 21 episodios.
La trama se centra en la vida de Tony Soprano, un capo de la mafia de Nueva Jersey que acude a terapia tras
sufrir durante repetidas veces ataques de ansiedad que provocan que quede inconsciente.
A lo largo de los primeros 13 episodios conoceremos más acerca de su día a día, en el que tendrá que lidiar entre dos realidades: el de hombre familiar y ejemplar ciudadano americano; y otra, como líder de un grupo criminal que reina en las calles de la ciudad.
A lo largo de los primeros 13 episodios conoceremos más acerca de su día a día, en el que tendrá que lidiar entre dos realidades: el de hombre familiar y ejemplar ciudadano americano; y otra, como líder de un grupo criminal que reina en las calles de la ciudad.
La serie arranca con Tony, presentándonoslo como un tipo grande esperando a
ser recibido por la doctora y empezar su primera sesión. Se nos transmite su incomodidad, pues no tiene aspecto de ser uno de esos tipos que frecuentan estos lugares (y recordemos que son los noventa, que el tratamiento de la salud mental sigue siendo un tema tabú).
Entra en escena Jennifer Melfi, la doctora y psiquiatra, o Doctora Melfi, como la conoceremos a partir de ahora. Tony y la doctora crean un vínculo y establecen una dinámica en el que ella pregunta, él contesta respecto a lo que le haya preguntado la doctora o le cuenta sobre sus experiencias, y ella trata de esclarecer cual es el origen de sus problemas. Al finalizar el primer episodio se da cuenta de las tendencias depresivas que sufre su paciente y decide medicarlo. Las sesiones formaran parte de la vida de Tony y tendrán peso a la hora de tomar decisiones.
Entra en escena Jennifer Melfi, la doctora y psiquiatra, o Doctora Melfi, como la conoceremos a partir de ahora. Tony y la doctora crean un vínculo y establecen una dinámica en el que ella pregunta, él contesta respecto a lo que le haya preguntado la doctora o le cuenta sobre sus experiencias, y ella trata de esclarecer cual es el origen de sus problemas. Al finalizar el primer episodio se da cuenta de las tendencias depresivas que sufre su paciente y decide medicarlo. Las sesiones formaran parte de la vida de Tony y tendrán peso a la hora de tomar decisiones.
Por otra parte, dentro de su casa conocemos a Carmela, su esposa; sus hijos, Meadow y Anthony Jr o A.J; y su madre Livia. Carmela es la señora de la casa, católica hasta la médula y que dedica todo su tiempo al ocio, a salir con sus amigas y a organizar eventos en su casa. Cumple los roles de una mujer italiana a la vieja osanza. Al contrario que su hija, Meadow, una adolescente, que se encuentra en sus últimos años del instituto y representa una figura contraria a la de su madre, parece no estar de acuerdo con los ideales que defienden sus padres, pero aun así sigue siendo la niña de papa. A.J., el pequeño de la casa, un chiquillo que parece mostrar indisciplina y falta de atención en el colegio, y que comienza a experimentar rasgos de personalidad mas propios de un futuro matón como los de la banda de su padre. Y Livia Soprano, la madre de Tony, es una señora octogenaria con muy mala leche y la causante de todos los trastornos que padece su hijo.
Y, más tarde nos encontramos con su otra familia, la banda de capos mafiosos que andan por Nueva Jersey. Nos presentan a Silvio, su consegliere y mano derecha; a Paulie, que trabajaba desde hace años con el padre de Tony, cuando estos eran jóvenes; a Pussy Bonpensiero, amigo intimo de Tony; a Christopher, el sobrino de Carmela y soldado de la banda, es un joven que esta aprendiendo siguiendo los pasos de su tío; y a Corrado Soprano, akka Junior, es el hermano de su padre y lidera su propio grupo de capos.
Y, más tarde nos encontramos con su otra familia, la banda de capos mafiosos que andan por Nueva Jersey. Nos presentan a Silvio, su consegliere y mano derecha; a Paulie, que trabajaba desde hace años con el padre de Tony, cuando estos eran jóvenes; a Pussy Bonpensiero, amigo intimo de Tony; a Christopher, el sobrino de Carmela y soldado de la banda, es un joven que esta aprendiendo siguiendo los pasos de su tío; y a Corrado Soprano, akka Junior, es el hermano de su padre y lidera su propio grupo de capos.
El conflicto de la primera
temporada aborda básicamente dos temas: la búsqueda del origen que provoca los ataques de pánico de Tony, y la lucha por quien ocupa el puesto de líder tras la muerte del actual jefe de la mafia de nueva Jersey, Jackie Aprile, que padece de cáncer terminal.
Su tío Junior piensa que es la oportunidad que estaba esperando para liderar por fin Nueva Jersey y ocupar el puesto que un día le correspondió a su difunto hermano. El problema es que ya es mayor, y ve una clara competencia en su sobrino Tony, que es más joven e infunde respeto.
Mientras, Tony lidia con Livia, su anciana madre, y sus problemas para ocuparse de si misma, y ante la negativa de dejarse ayudar por su hijo, terminan por ingresarla en una residencia de ancianos (por consejo de la dra. Melfi). Esto traerá futuras consecuencias.
En cuanto avanza más la trama, vemos que su vida comienza a complicarse y que cada vez le resulta más difícil separar su vida criminal de su vida familiar. El peak llega en el episodio 1x05 College. Tony tiene que llevar a Meadow a visitar una universidad en otra ciudad y, durante el viaje se encuentra con un viejo conocido que se encontraba en paradero desconocido desde hacia años, cuando testificó contra la banda criminal y consiguió que encerraran a unos cuantos capos. Tony se encuentra ante un dilema moral, si ser un buen padre y dejar sus asuntos con este hombre para otro momento, o saldar los asuntos pendientes.
Al final vemos que Tony se decanta por complacer sus instintos y es absolutamente dominado por sus ansias de venganza y violencia. Nos muestran a un hombre que es capaz de dejar a su hija en las puertas de la universidad para cinco minutos después estar cometiendo un asesinato, y volver a por ella veinte minutos después sin apenas despeinarse. Pero, como consecuencia de sus actos, tiene que responder ante Meadow, que no obvia el extraño comportamiento de su padre y se hace una idea sobre como se gana el pan su padre y cual es el negocio familiar.
Su tío Junior piensa que es la oportunidad que estaba esperando para liderar por fin Nueva Jersey y ocupar el puesto que un día le correspondió a su difunto hermano. El problema es que ya es mayor, y ve una clara competencia en su sobrino Tony, que es más joven e infunde respeto.
Mientras, Tony lidia con Livia, su anciana madre, y sus problemas para ocuparse de si misma, y ante la negativa de dejarse ayudar por su hijo, terminan por ingresarla en una residencia de ancianos (por consejo de la dra. Melfi). Esto traerá futuras consecuencias.
En cuanto avanza más la trama, vemos que su vida comienza a complicarse y que cada vez le resulta más difícil separar su vida criminal de su vida familiar. El peak llega en el episodio 1x05 College. Tony tiene que llevar a Meadow a visitar una universidad en otra ciudad y, durante el viaje se encuentra con un viejo conocido que se encontraba en paradero desconocido desde hacia años, cuando testificó contra la banda criminal y consiguió que encerraran a unos cuantos capos. Tony se encuentra ante un dilema moral, si ser un buen padre y dejar sus asuntos con este hombre para otro momento, o saldar los asuntos pendientes.
Al final vemos que Tony se decanta por complacer sus instintos y es absolutamente dominado por sus ansias de venganza y violencia. Nos muestran a un hombre que es capaz de dejar a su hija en las puertas de la universidad para cinco minutos después estar cometiendo un asesinato, y volver a por ella veinte minutos después sin apenas despeinarse. Pero, como consecuencia de sus actos, tiene que responder ante Meadow, que no obvia el extraño comportamiento de su padre y se hace una idea sobre como se gana el pan su padre y cual es el negocio familiar.
Y en algunos episodios después podemos ver que es un tema que le afecta, porque trata de evitar que sus hijos conozcan la verdad y pierdan la admiración que siente por él (o así lo he entendido).
Otra evolución que vemos en Tony es la relación que establece con su psiquiatra, la dra. Melfi, de la que apenas tenemos conocimiento sobre su vida privada, nada más que lo que Tony pudo averiguar sobre ella contratando un detective privado.
Nuestro protagonista le confiesa sentirse cómodo porque es italiana y la compara con la figura femenina que se identifica a todas las mujeres que le rodean en su vida (básicamente su mujer, su hija, su madre o sus hermanas). Y poco a poco comienza a abrirse, guardando las distancias para no desvelar cualquier detalle que pueda delatarle. Solo centrándose en sus problemas personales.
Melfi es una mujer inteligente, por lo que es capaz de deducir a qué se dedica su paciente, pero le trata desde la mayor objetividad posible, bajo los prejuicios de su ex marido y otros profesionales, a quienes no le parece buena idea que esté tratando a un criminal.
Tony comienza a desarrollar una atracción por ella que confunde con amor, lo cual es una señal de que la terapia está dando sus frutos. Sin embargo, lo que podría quedar en una experiencia con un paciente corriente, se convierte en toda una odisea con Tony, pues trata de introducirse en su vida privada a toda costa. En una de sus terapias, en la que él le desvela sus sentimientos, se ve obligada a abordar, de la manera más profesional, el tema en cuestión y cortar por lo sano. Y la reacción violenta que recibe por su parte será una de tantas a las que tendrá que acostumbrase a partir de ahora.
Entre otras cosas de las que hablan durante las sesiones de terapia, juntos descubren que la relación de Tony con su madre es tóxica, y es la fuente de sus traumas. Eso y todos los episodios de violencia que presenció en su infancia, en parte son los causantes que han llevado a ser quién es. (y es capaz de ir más allá y advertirle sobre el peligro que supone su propia madre para su integridad física y la de su familia).
Al mismo tiempo, Livia sigue cabreada por el ingreso en la residencia, y aprovecha las visitas de Junior para meter más leña al fuego al conflicto que tiene con su sobrino, y manipularle para que atente contra la vida de su propio hijo.
El estado emocional de Tony empeora y comienza a hundirse en una profunda depresión. Nos podemos en sus zapatos y vivimos con él los sueños extraños y las alucinaciones provocadas por la medicación, en el que su subconsciente trata de mandarle señales.
El desenlace de la temporada termina con un Tony que ha recuperado sus ganas de vivir después de vivir un episodio en el que estuvo a punto de perder la vida a manos de dos matones ordenados por Junior. Y, a pesar de ignorar las advertencias de su psiquiatra, Tony termina por reconocer que tuvo razón sobre sus sospechas acerca su madre después escuchar las grabaciones que el FBI consiguió escondiendo micrófonos en la residencia de Livia. A todo esto, se añade la repentina desaparición de Pussy tras recibir un supuesto chivatazo del departamento de investigación anti-crimen que desvela que este capo se ha convertido en un topo del mismísimo FBI.
Encontrándose con esta situación, Tony decide acogerse a la ley de la calle y actuar, liquidando a los miembros de la banda de su tío Junior, y solo dejando que sobreviva este, quien es básicamente salvado 'por la campana' al ser arrestado por la fiscalía general por varios delitos relacionados con su actividad criminal. Y Livia, siendo consciente de que es capaz de hacer su hijo por descubrir sus retorcidos planes, decide fingir alzheimer y así permanecer ingresada en el hospital para mantenerse a salvo de Tony.
Ah!! Y la dra. Melfi se encuentra fuera de la ciudad por advertencias de Tony, que temía que su tío pudiera utilizar a la psiquiatra y asesinarla por contarle confidencias que pudieran acusarles de delitos.
Finalmente, se cierra con los Soprano refugiándose del terrible aguacero que cae sobre Nueva Jersey en el restaurante de su amigo Artie, y donde se encuentran con todos sus socios, y disfrutan de una velada familiar.
Otra evolución que vemos en Tony es la relación que establece con su psiquiatra, la dra. Melfi, de la que apenas tenemos conocimiento sobre su vida privada, nada más que lo que Tony pudo averiguar sobre ella contratando un detective privado.
Nuestro protagonista le confiesa sentirse cómodo porque es italiana y la compara con la figura femenina que se identifica a todas las mujeres que le rodean en su vida (básicamente su mujer, su hija, su madre o sus hermanas). Y poco a poco comienza a abrirse, guardando las distancias para no desvelar cualquier detalle que pueda delatarle. Solo centrándose en sus problemas personales.
Melfi es una mujer inteligente, por lo que es capaz de deducir a qué se dedica su paciente, pero le trata desde la mayor objetividad posible, bajo los prejuicios de su ex marido y otros profesionales, a quienes no le parece buena idea que esté tratando a un criminal.
Tony comienza a desarrollar una atracción por ella que confunde con amor, lo cual es una señal de que la terapia está dando sus frutos. Sin embargo, lo que podría quedar en una experiencia con un paciente corriente, se convierte en toda una odisea con Tony, pues trata de introducirse en su vida privada a toda costa. En una de sus terapias, en la que él le desvela sus sentimientos, se ve obligada a abordar, de la manera más profesional, el tema en cuestión y cortar por lo sano. Y la reacción violenta que recibe por su parte será una de tantas a las que tendrá que acostumbrase a partir de ahora.
Entre otras cosas de las que hablan durante las sesiones de terapia, juntos descubren que la relación de Tony con su madre es tóxica, y es la fuente de sus traumas. Eso y todos los episodios de violencia que presenció en su infancia, en parte son los causantes que han llevado a ser quién es. (y es capaz de ir más allá y advertirle sobre el peligro que supone su propia madre para su integridad física y la de su familia).
Al mismo tiempo, Livia sigue cabreada por el ingreso en la residencia, y aprovecha las visitas de Junior para meter más leña al fuego al conflicto que tiene con su sobrino, y manipularle para que atente contra la vida de su propio hijo.
El estado emocional de Tony empeora y comienza a hundirse en una profunda depresión. Nos podemos en sus zapatos y vivimos con él los sueños extraños y las alucinaciones provocadas por la medicación, en el que su subconsciente trata de mandarle señales.
El desenlace de la temporada termina con un Tony que ha recuperado sus ganas de vivir después de vivir un episodio en el que estuvo a punto de perder la vida a manos de dos matones ordenados por Junior. Y, a pesar de ignorar las advertencias de su psiquiatra, Tony termina por reconocer que tuvo razón sobre sus sospechas acerca su madre después escuchar las grabaciones que el FBI consiguió escondiendo micrófonos en la residencia de Livia. A todo esto, se añade la repentina desaparición de Pussy tras recibir un supuesto chivatazo del departamento de investigación anti-crimen que desvela que este capo se ha convertido en un topo del mismísimo FBI.
Encontrándose con esta situación, Tony decide acogerse a la ley de la calle y actuar, liquidando a los miembros de la banda de su tío Junior, y solo dejando que sobreviva este, quien es básicamente salvado 'por la campana' al ser arrestado por la fiscalía general por varios delitos relacionados con su actividad criminal. Y Livia, siendo consciente de que es capaz de hacer su hijo por descubrir sus retorcidos planes, decide fingir alzheimer y así permanecer ingresada en el hospital para mantenerse a salvo de Tony.
Ah!! Y la dra. Melfi se encuentra fuera de la ciudad por advertencias de Tony, que temía que su tío pudiera utilizar a la psiquiatra y asesinarla por contarle confidencias que pudieran acusarles de delitos.
Finalmente, se cierra con los Soprano refugiándose del terrible aguacero que cae sobre Nueva Jersey en el restaurante de su amigo Artie, y donde se encuentran con todos sus socios, y disfrutan de una velada familiar.
¿Qué me ha parecido?
Los Soprano es mi serie favorita desde que la descubrí el verano pasado. En su día estaba un poco triste por el final de Juego de tronos, que ocupo gran parte de mi tiempo durante mi adolescencia, y necesitaba llenar ese huequito con alguna ficción que consiguiera engancharme y hacerme pasar tardes pensando y analizando lo que he visto. Y entonces llegó esta serie. Y desde que empezó el confinamiento y vivimos es cuarentena, no he podido resistirme a comenzarla por tercera vez.
Me encanta y me fascina cada uno de los personajes. Me encanta todas las referencias que hace a otras películas de gansters o al mundo mafiosillo, a Italia...TODO.
Tony Soprano es un personaje complejo y lleno de matices. Me explico. Se trata de un tío que vive una vida al más puro estilo scorsese. Y no es para nada buena persona ni un ciudadano ejemplar, ni mucho menos, pero no podemos dejar de admirarlo y como espectadores estamos deseosos de que las cosas le salgan bien, como si se tratase de nuestro héroe. Y claro, es que es nuestro protagonista, y de una manera u otra, nos han hecho empatizar con sus dramas para que, en parte le demos una justificación a sus actos. Tony cumple el rol de un anti-héroe en esta ficción.
Luego tenemos a Carmela, su mujer, la figura que siempre está detrás de Tony. Carmela se parece a Karen Hill de Goodfellas (el personaje está inspirado en ella), y representa a la mujer que siempre está esperando a su marido con la mesa servida. Pero su presencia no es tan superficial como nos puede parecer a primera impresión. Carmela es como la voz de la conciencia de Tony (además de la dra Melfi). Y se podría decir que es la persona que mejor le conoce, que sabe lo que piensa o qué siente en cada situación.
Carmela es totalmente consciente de que cuando su marido sale de casa la engaña, y esto le duele, pero se refugia y encuentra consuelo en la religión. Y, sobre todo, es una mujer que tiene ambiciones, pero que se ven reducidas a cuatro paredes, pero porque ella así lo ha decidido. ¿Decidirá salir de su burbuja algún día? Parece que se encuentra cómoda en la posición en la que se encuentra, pero le inquieta pensar en un futuro en el que falte Tony y pierda todos los privilegios de los que disfruta ahora.
Hablando de mujeres en la vida de Tony, juego un papel imprescindible su madre, Livia, un personaje maravilloso porque es la anciana mala leche que un día está bien, al siguiente quién sabe. Y parece que la pobre, debido a su edad está perdiendo la cordura, pero resulta ser todo lo contrario, mide cada palabra que sale de su boca. Y vive en una constante guerra con su hijo Tony, al que parece guardarle un profundo rencor, y viceversa, que disfrazan todos los domingos de falso cariño materno-filial organizando comidas familiares. En fin, que es un show, porque cuando la bomba estalla entre estos dos, solo causan caos y destrucción, y hemos sido testigos de las combinaciones explosivas que provocaron metiendo de por medio a tío Junior, y todas las muertes que arrastraron su conflicto.
Pero para ser justos, no todo fue culpa de Livia, Junior también venía con la escopeta bien cargada. Le cegó tanto sus ansias de hacerse con el poder que terminó sucumbiendo a las manipulaciones de su cuñada y no fue capaz de ver que, aparte, Tony estaba moviendo los hilos a sus espaldas. De esta manera es que Tony consigue colocar a Junior como el cabeza de turco que el FBI buscaba, y quitárselo del medio sin necesidad de liquidarlo.
Y bueno, no se puede terminar sin hablar de Jennifer Melfi akka la psiquiatra. Como Carmela, la Dra. Melfi es el Pepito grillo de Tony, pero desde otro punto de vista, uno que se encuentra fuera de la criminalidad. Es como si fuera la figura que nos representa a nosotros, los espectadores, pero con una visión reducida (solo sabe lo que le cuenta su paciente y lo que ve en los medios de comunicación) y una opinión profesional.
Acoge a Tony en su consulta y, es evidente que sabe quién es, pero trata tomarse su trabajo como un reto profesional. y aunque sabemos muy pocas cosas de ella, nos dejan ver que en muchas ocasiones se siente incomoda porque su paciente representa todo lo contrario a los valores que tiene establecidos. La lucha que vive ella entre cuestionarse lo que está bien y lo que está mal le hacen soportar situaciones que tal vez con otro paciente no hubiese tolerado, como episodios que terminan con reacciones violentas, y que justifica como gajes de su oficio. Pero cruza el limite en el momento que le expresa sus recomendaciones y de advierte del peligro que le suponía su madre, sin esperarse que Tony se levantara y la amenazara contra su integridad física (aunque ya sabemos como es Tony y tal vez hubiese dejado de ir a terapia, pero no la hubiera hecho nada). Y cuando esperaba no ver nunca más a su paciente se encuentra con que le está esperando en su consulta para pedirle que se largue de la ciudad dejando a tras su trabajo y su vida porque la ha involucrado en sus asuntos (bueno, en verdad ella sabía donde se metía cuando empezó a sospechar por donde iban los tiros). Y no sabemos nada más de ella, solo que "ha pedido vacaciones anticipadas".
Con la doctora lo que se crea es una tremenda tensión sexual, que permanece durante toda la serie, mas allá de esta temporada. Uno de mis episodios favoritos es el 1x06, La Pax Soprana, que profundiza en este tema y en la obsesión de Tony al sentirse sexualmente atraído por Melfi, y los celos de Carmela al pensar que la psiquiatra pueda ser una competencia para ella por no ser como el resto de 'fulanas' como las llama ella. Además de tener uno de los mejores cierres de episodio:
En fin, podría pasar horas hablando de todos y cada uno de los detalles en los 13 primeros episodios porque me estoy dejando muchas cosas en el tintero, pero todavía quedan 6 temporadas y mucha más tela que cortar. La primera temporada es una introducción para la historia que quiere contarnos su creador David Chase, una historia que no podía resumirse en 2 horas y medía.
Los soprano está disponible en la plataforma HBO.
Tony Soprano es un personaje complejo y lleno de matices. Me explico. Se trata de un tío que vive una vida al más puro estilo scorsese. Y no es para nada buena persona ni un ciudadano ejemplar, ni mucho menos, pero no podemos dejar de admirarlo y como espectadores estamos deseosos de que las cosas le salgan bien, como si se tratase de nuestro héroe. Y claro, es que es nuestro protagonista, y de una manera u otra, nos han hecho empatizar con sus dramas para que, en parte le demos una justificación a sus actos. Tony cumple el rol de un anti-héroe en esta ficción.
Luego tenemos a Carmela, su mujer, la figura que siempre está detrás de Tony. Carmela se parece a Karen Hill de Goodfellas (el personaje está inspirado en ella), y representa a la mujer que siempre está esperando a su marido con la mesa servida. Pero su presencia no es tan superficial como nos puede parecer a primera impresión. Carmela es como la voz de la conciencia de Tony (además de la dra Melfi). Y se podría decir que es la persona que mejor le conoce, que sabe lo que piensa o qué siente en cada situación.
Carmela es totalmente consciente de que cuando su marido sale de casa la engaña, y esto le duele, pero se refugia y encuentra consuelo en la religión. Y, sobre todo, es una mujer que tiene ambiciones, pero que se ven reducidas a cuatro paredes, pero porque ella así lo ha decidido. ¿Decidirá salir de su burbuja algún día? Parece que se encuentra cómoda en la posición en la que se encuentra, pero le inquieta pensar en un futuro en el que falte Tony y pierda todos los privilegios de los que disfruta ahora.
Hablando de mujeres en la vida de Tony, juego un papel imprescindible su madre, Livia, un personaje maravilloso porque es la anciana mala leche que un día está bien, al siguiente quién sabe. Y parece que la pobre, debido a su edad está perdiendo la cordura, pero resulta ser todo lo contrario, mide cada palabra que sale de su boca. Y vive en una constante guerra con su hijo Tony, al que parece guardarle un profundo rencor, y viceversa, que disfrazan todos los domingos de falso cariño materno-filial organizando comidas familiares. En fin, que es un show, porque cuando la bomba estalla entre estos dos, solo causan caos y destrucción, y hemos sido testigos de las combinaciones explosivas que provocaron metiendo de por medio a tío Junior, y todas las muertes que arrastraron su conflicto.
Pero para ser justos, no todo fue culpa de Livia, Junior también venía con la escopeta bien cargada. Le cegó tanto sus ansias de hacerse con el poder que terminó sucumbiendo a las manipulaciones de su cuñada y no fue capaz de ver que, aparte, Tony estaba moviendo los hilos a sus espaldas. De esta manera es que Tony consigue colocar a Junior como el cabeza de turco que el FBI buscaba, y quitárselo del medio sin necesidad de liquidarlo.
Y bueno, no se puede terminar sin hablar de Jennifer Melfi akka la psiquiatra. Como Carmela, la Dra. Melfi es el Pepito grillo de Tony, pero desde otro punto de vista, uno que se encuentra fuera de la criminalidad. Es como si fuera la figura que nos representa a nosotros, los espectadores, pero con una visión reducida (solo sabe lo que le cuenta su paciente y lo que ve en los medios de comunicación) y una opinión profesional.
Acoge a Tony en su consulta y, es evidente que sabe quién es, pero trata tomarse su trabajo como un reto profesional. y aunque sabemos muy pocas cosas de ella, nos dejan ver que en muchas ocasiones se siente incomoda porque su paciente representa todo lo contrario a los valores que tiene establecidos. La lucha que vive ella entre cuestionarse lo que está bien y lo que está mal le hacen soportar situaciones que tal vez con otro paciente no hubiese tolerado, como episodios que terminan con reacciones violentas, y que justifica como gajes de su oficio. Pero cruza el limite en el momento que le expresa sus recomendaciones y de advierte del peligro que le suponía su madre, sin esperarse que Tony se levantara y la amenazara contra su integridad física (aunque ya sabemos como es Tony y tal vez hubiese dejado de ir a terapia, pero no la hubiera hecho nada). Y cuando esperaba no ver nunca más a su paciente se encuentra con que le está esperando en su consulta para pedirle que se largue de la ciudad dejando a tras su trabajo y su vida porque la ha involucrado en sus asuntos (bueno, en verdad ella sabía donde se metía cuando empezó a sospechar por donde iban los tiros). Y no sabemos nada más de ella, solo que "ha pedido vacaciones anticipadas".
Con la doctora lo que se crea es una tremenda tensión sexual, que permanece durante toda la serie, mas allá de esta temporada. Uno de mis episodios favoritos es el 1x06, La Pax Soprana, que profundiza en este tema y en la obsesión de Tony al sentirse sexualmente atraído por Melfi, y los celos de Carmela al pensar que la psiquiatra pueda ser una competencia para ella por no ser como el resto de 'fulanas' como las llama ella. Además de tener uno de los mejores cierres de episodio:
En fin, podría pasar horas hablando de todos y cada uno de los detalles en los 13 primeros episodios porque me estoy dejando muchas cosas en el tintero, pero todavía quedan 6 temporadas y mucha más tela que cortar. La primera temporada es una introducción para la historia que quiere contarnos su creador David Chase, una historia que no podía resumirse en 2 horas y medía.
Los soprano está disponible en la plataforma HBO.
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